¿Cómo se controlará el Internet después de las Revelaciones de Snowden?
El escándalo por las revelaciones del ex agente de inteligencia de EE.UU. podría reforzar el argumento de quienes quieren más control del internet, según se atreven a avizorar muchos expertos.
Las revelaciones del ex agente de la CIA abrieron el debate sobre la vigilancia en la red: ¿Es una medida necesaria para mantener la seguridad de un país o se trata de una violación a los derechos de privacidad de los usuarios?
Mientras todas las miradas han estado concentradas en el paradero de Edward Snowden, que hace unos días, después de especulaciones salió del aeropuerto de Moscú a un hotel cuya ubicación es desconocida, paralelamente surgió un no menos importante debate que pareció pasar inadvertido: el futuro de internet.
Cuando Internet se lanzó al público, en los años 90, se pensó que sería una red neutral y global que se regiría por principios universales como la libertad de expresión y el derecho a la privacidad.
Pero con el tiempo se fue haciendo evidente que una Internet global y sin gobierno es inviable: la piratería y la difamación, por ejemplo, son fenómenos que necesitan de un ente regulador.
Y para países como China, Irán o Rusia, Internet requiere de más control y vigilancia, lo que se refleja en que sus redes sean cerradas y altamente monitoreadas.
Desde que estos Gobiernos propusieron en foros como las Naciones Unidas que la regencia de Internet se discutiera, algunos pronosticaron la fragmentación de la red en poderes más pequeños.
«Y después de Snowden», argumentó el profesor de Cambridge John Naughton, «esa balcanización es prácticamente un hecho».
«Siempre fue una posibilidad», escribió en su columna del dominical The Observer, «que el sistema se dividiera entre un número de jurisdicciones, a medida que sociedades como China, Rusia, Irán y otros Estados islámicos decidieran que debían tener el control de la forma como se comunicaban sus ciudadanos. Ahora, esa balcanización es una certeza».
Las revelaciones que ha hecho hasta ahora el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés), expuso el enorme y sofisticado aparato de inteligencia que tiene ese país para vigilar a los usuarios de internet alrededor del mundo.
«Ya no se puede confiar»; Naughton consideró que las revelaciones de Snowden generan más elementos para que «ya no se pueda confiar» en quienes controlan la web.
Esto no solo genera desconfianza de los Gobiernos entre ellos, sino también de los usuarios hacia sus proveedores de servicios, como Facebook o Google, que según Snowden, fueron cómplices del Gobierno en su campaña de espionaje.
En la misma línea, el escritor experto en Internet Evgeny Morozov aseguró que las revelaciones son una demostración de que la política sobre Internet del presidente Obama, que se había mostrado como un defensor de la libertad, es muy diferente a lo que dice ser.
Ahora, afirmó el autor de «El Desengaño de Internet», «la retórica de la agenda de la ‘libertad en internet’ es tan confiable como la agenda de la libertad de George Bush después de Abu Ghraib», aquella cárcel en Irak manejada por Estados Unidos donde tuvieron lugar graves violaciones a los derechos humanos.
Después de la «saga Snowden», indicó Naughton, Obama tendrá menos argumentos para mostrarse como un defensor de la neutralidad de la red.
Woodward, sin embargo, señaló que los programas de vigilancia de los ciudadanos son inherentes a las responsabilidades de un Gobierno, están apoyados por estructuras legales y no van en contra de los derechos de libertad y derechos a la privacidad.
«Confiar en el Gobierno», afirmó, «es dejar que hagan esta vigilancia».
Pero estén de acuerdo o no con el espionaje, los expertos en este tema coinciden en que las revelaciones de Snowden no van a hacer que los Gobiernos dejen de vigilar a sus ciudadanos y revelen todos su secretos. Al contrario: se cerrarán más y seguirán controlando.
«Ningun Gobierno está en desacuerdo con la vigilancia porque todos lo hacen», comentó Woddward. «Así Rusia le haya dado asilo a Snowden, no ha condenado el plan de la NSA; y eso es porque también lo hace».
Sobre este sistema de ciberespionaje hay opiniones encontradas: para algunos (sobre todo en EE.UU.) es necesario para mantener la seguridad de un país; otros lo consideran una transgresión de la privacidad de los ciudadanos y la soberanía de los países.
Pero en ciertos ámbitos académicos ya se observa el impacto de estas revelaciones sobre internet, uno de los recursos más preciados, poderosos y lucrativos de la humanidad.
Y es que las denuncias llegan en un momento en el que el futuro de internet, quién lo gobierna, con qué reglas y bajo qué principios, se está discutiendo en un complejo debate en el que la primera palabra la ha tenido, hasta ahora, Estados Unidos.
Y después de su asilo en Rusia, la primera reacción de EE.UU. ha sido poner en duda la Cumbre entre los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin en septiembre, lo que vuelve a complicar las relaciones entre ambos países., y pone en suspenso el ambiente de paz mundial que se ha tenido después de la guerra fría.
Snowden salió del aeropuerto Sheremetievo de Moscú en una operación clandestina supervisada por su abogado ruso, sin que los periodistas se dieran cuenta de su partida.
La Casa Blanca afirmó que estaba “profundamente decepcionada” de que el exconsultor de la Agencia Nacional de Seguridad (ANS) hubiera obtenido el asilo de Moscú y dijo que revisará si es necesario la posibilidad de llevar a cabo una cumbre Estados Unidos-Rusia en septiembre.
Estados Unidos evalúa la realización de una cumbre entre el presidente Barack Obama y su homólogo ruso Vladimir Putin en septiembre tras la decisión de Moscú de otorgar asilo temporal al prófugo excontratista estadounidense de inteligencia Edward Snowden.
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